Liberbank regala ahora al banco malo, Sareb, la finca que compró en 8.000 millones de pesetas a una inmobiliaria en concurso de acreedores, cuando en realidad no valía nada, puesto que era una mera finca rústica, ya que su calificación como urbana había decaído en los tribunales de justicia.
La Nueva España pasa a limpio esta enorme golfada:
Entre el suelo y activos inmobiliarios que Liberbank traspasará a Sareb figuran algunas propiedades como los 222.118 metros cuadrados de terreno en La Talá (Llanes) en los que su plan parcial preveía la construcción de 512 viviendas, 409 de ellas en varios bloques de edificios de dos plantas. Estos terrenos fueron adquiridos por Cajastur al grupo inmobiliario Nozar, propiedad de la familia Nozaleda, en julio de 2008. La Talá ha sido, además, un caso paradigmático de la controversia que generaron los proyectos de desarrollo urbanístico en la costa asturiana durante los años del auge inmobiliario. El suelo, urbanizado, quedó sin edificar y su uso sigue pendiente de los tribunales.
El redactor de la noticia dice que el uso "sigue pendiente de los tribunales", cosa que es mentira, puesto que el Tribunal Supremo ya emitió sentencia y dejó claro que aquello no tiene aprovechamiento urbanístico alguno.
Por lo que se ve, LNE sigue haciendo algunos "favorillos" a Liberbank, como éste de encubrir el uso (¡ponga usted el calificativo!) de 8.000 millones de pesetas.