El hijo ha pedido permiso a su padre para retirar 500 dolares de la empresa durante uno a dos meses. Parece que han surgido algunas «facturas inesperadas» que, o se habían olvidado o no se habían previsto. El padre no está precisamente satisfecho ante esta solicitud.
Querido hijo:
Cuando me pediste esta mañana 500 dólares para salir a flote en los próximos sesenta días, me quedé —por decirlo suavemente— bastante atónito. Ahí estás, dirigiendo las finanzas de nuestras empresas que mueven millones de dólares —presupuestos, estados financieros mensuales, minuciosos gráficos de cash flow (he de decir que todo lo haces perfectamente bien)— y en situación de quiebra personal, o si lo de quiebra te parece fuerte, digamos que malamente necesitado de ayuda financiera.
En caso de que te sientas algo avergonzado por esto, te diré que no eres el único, por si te sirve de consuelo. Uno de mis amigos, abogado especializado en temas fiscales, tiene en su bufete un continuo desfile de directivos con excelentes salarios, que van en busca de ayuda para sus asuntos financieros antes de que los inspectores del fisco los metan en la cárcel. ¡Me desconcierta! ¿Como es posible que sean lo suficientemente inteligentes para dirigir grandes empresas, y no sean lo suficientemente competentes para administrai su cartera? Sólo puedo suponer que, a diferencia de lo que les pasa en su vida profesional, donde están obligados a planificar, en su vida privada nadie les obliga a hacerlo.
El primer error que mucha gente comete al planificar su economía es el de contar con la totalidad de su salario, sin prever la deducción que han de hacer para el impuesto sobre la renta. Una norma fundamental es olvidarse del salario bruto y centrarse en el salario neto, despues de las deducciones fiscales. Si anotas todos tus gastos mensuales fijos y los comparas con tu salario neto, solamente podrás considerar como ingresos disponibles la cantidad que reste. Con este saldo pueden hacerse dos cosas, gastarlo en su totalidad, o ahorrar una parte de él. Normalmente los gastos fijos repetitivos tales como el alquiler o el crédito hipotecario de la vivienda, la calefacción, la luz, la comida, etc., deben pagarse inmediatamente, tal como supongo harás. Los gastos por encima de estas partidas básicas son los que habitualmente crean problemas.
Unas de las comodidades de nuestros tiempos modernos ha terminado por convertirse en una maldición para muchas personas: las tarjetas de créditos. Son éstas las principales promotoras de las compras por impulso y de esa enfermedad conocida como exceso de gasto que nos aflige a todos en algunas ocasiones, y a algunos en todas las ocasiones. Los comerciantes, fomentan este tipo de compras de forma despiadada, con sus cartelitos de «aceptamos las principales tarjetas de creditos» que nos azuzan a comprar, hasta que nos pasamos del limite.
Una forma de frenar inmediatamente el exceso de gastos es llevar el dinero disponible para la semana, y nada más. Cuando ves como desaparece el dinero delante de tus ojos al ir gastándolo, te lo piensas dos veces antes de gastar más de lo que tienes. Prevalece el sentido cumún cuando consideras dónde se va tu dinero, en vez de firmar despreocupadamente una factura de venta que ya se «pagará más adelante». El dinero que semanalmente asignes para extras (despues de haber atendido a los gastos escenciales y al ahorro) durará mucho más en tu bolsillo si no llevas en él esa pequeña tarjeta de plástico. Te resultaría interesante el experimento de sacar de tu cartera todas las tarjetas de creditos durante un mes y hacer tus pagos en dinero comantante y sonante. Gasta sólo mientras puedas pagar en efectivo . No es un mal método. Desde luego resulta mucho menos destructivo que el insidioso sistema de las tarjetas de crédito de nuestra actual sociedad.
Metido en las dificultades financieras que ahora atraviesas, me dices que te han llegado unas facturas importantes. Y te pregunto ¿de dónde te han llegado? Sin duda alegarás pérdida de memoria en este punto, pero las facturas importantes han de tratarse como asuntos importantes. Uno de los principios de la responsabilidad financiera es que hay que prever el mes en que vencen las facturas de pago anual o de gran importe como, por ejemplo, las primas del seguro de vida.
Comentemos ahora lo que deberías hacer con tu libreta de ahorros. Los ahorros tienen dos finalidades básicas: contar con dinero en esos días aciagos en que se presentan gastosimprevistos , (mi frigorifico por ejemplo, acaba de entregar el alma): y poder hacer frente a los pagos, escasos pero inevitables cada año, tales como la atribución, el impuesto sobre la renta y la matrícula y pensión del colegio de los chicos. A fin de estar preparado para días tan aciagos como los que estás atravesando ahora, debes calcular la parle de tu salario mensual que has de ingresar en la libreta de ahorros, e íngresarla tan religiosamente como pagas la mensualidad de tu crédito hipotecario. Estos ahorros son como un gasto fijo , o deben serlo, puesto que se constituven para atender pagos que acabarán por presentarse.
La práctica de cuanto antecede facilitará la administración de tu hogar a corto plazo, semana a semana, mes a mes; pero ¿que podemos decir de la seguridad económica a largo plazo para ti y para tu familia? Ésta empieza, normalmente, con un sitio donde vivir, y personalmente coincido con esa mayoría que opina que tener casa propia proporciona una mayor seguridad que alquilarla. Hay excepciones dentro de esta regla: por ejemplo, cuando uno tiene que mantener una determinada flexibilidad —si quiere que la familía sople la cúchara todos los días (que pueda comer)— que le permita abandonar inmediatamente una zona de gran inestabilidad laboral. No obstante y hablando en términos generales, no hay inversión como la realizada en una parcela donde construir tu casa, suponiendo naturalmente que pagues un precio justo y que hayas echado bien las cuentas de lo que puedes pagar de entrada y de amortización mensual del crédito hipotecario. Entonces estarás en el buen camino. Son muchas las parejas que compran tales casas que justamente llegan a poder atender los pagos y, en consecuencia, dejan a cero su libreta de ahorros todos los meses En estos casos, basta cualquier incidente, como una enfermedad o una elevación de los intereses de la hipoteca para traer la desgracia a esa familia. Para evitar que te suceda esto, calcula el precio máximo de compra que podrás ir pagando comodamente por tu casa, y que los cielos te ayuden si no te atienes a ello.
¿Por qué una casa es una buena inversión? De acuerdo con la actual legislación fiscal de nuestro pais y al contrario de lo que sucede con otras inversiones, la plusvalía resultante de la venta de la casa no está sujeta a gravamen. En escencia, es la segunda libreta de ahorros. El valor acumulado de los pagos mensuales para amortización de la hipoteca crece rapidamente, cosa que también sucede en el mercado inmobiliario con la plusvalía respecto al precio original de compra de la casa. Para hacer una comparación, comprueba el tipo de rendimiento que obtienes en una inversión que esté sometida a imposición fiscal. Después de deducir la parte destinada a impuestos, el auténtico rendimiento de tu inversión podría sorprenderte. Y mucho. Además, la inversión en una casa te permite disfrutar de ella, su belleza y calor, cosas que resulta un poco difícil de hacer con las acciones u obligaciones. Cicerón dijo hace ahora unos dos mil años: «¿Hay algo más agradable que el hogar?»
Ya sé que ahora no estás demasiado interesado en pensar en que algún día tendrás sesenta y cinco años: sin enbargo quisiera destacar que más de una pareja joven lo pensaron a tu edad, precisamente cuando desidieron invertir en una casa. Al llegar la edad de la jubilación, vendieron la casa y se trasladaron a un apartamento, mucho más fácil de atender y menos caro; ademas, los intereses del dinero que consiguieron por la casa les da para vivir*. Ya no hay chicos pequeños para cuidar, todos los hijos se han independizado y, por consiguiente, necesitan mucho menos espacio. Se acabó el tirar de pala para quitar la nieve y ya no hay que preocuparse porque la casa se queda sola durante las vacaciones de verano o de invierno. Agradable resultado de una planificación ecónomica previsora y «hogareña».* Esto no funciona en paises donde, encubiertos tras la palabra inflación, los gobiernos te roban hasta la camiseta (md).
No hace falta decir que existen muchas otras clases de inversiones, pero si llegas a pensar en acciones u obligaciones en algunas ocasión, se impone una cuidadosa planificación previa. Puede sonar demasiado conservador, pero ten mucho cuidado con la compra de valores a crédito, ya que solamente debes invertir aquellos dineros que puedas permitirte perder. Evita la posibilidad de que una inversión pagada sólo en parte te amarge la vida al desplomarse su cotización y obligarte a vender otras posiciones tuyas o incluso a contraer deudas para librarte de la bancarrota personal. Siempre me ha maravillado que muchas de las personas que se dedican al tráfico de valores, y que nos aconsejan a los aficionados lo que debemos comprar, no sean precisamente millonarios. Si no pueden conseguirlo ellos, que se dedican exclusivamente a la bolsa, me pregunto ¿qué posibilidades tenemos el resto de los mortales cuando nos hemos lanzados esporadicamente a esa arena?.
Es muy frecuente hoy día, especialmente antes de que entren en escena los hijos, que tanto el marido como la mujer trabajen fuera de casa. De esa manera consiguen entre los dos una renta disponible de considerable cuantía. Una pareja inteligente y bien organizada puede aplicar los ingresos de la esposa para pagar la entrada de una casa, dejando el pago de la hipoteca para más adelante, cuanto antes mejor. Esto requiere una gran fuerza de voluntad. Tal como problablemente habrás advertido, son muchos los jovenes que no pueden soportar la seguridad que representa el tener sus buenos dineritos en el banco o invertidos en una casa. No se sienten felices a menos que se gasten todo en irse a esquiar en invierno, en tener dos coches nuevos, o cada dos por tres a cenar en restaurantes de lujo. Con un poco de planificación, puede incluirse algunos de esos caprichos en el presupuesto de la pareja, y de hecho debería incluirse, puesto que todos necesitamos tener alguna alegría en la vida. Solamente temo por el futuro de la pareja cuando toda la renta disponible que reportan ambos salarios se gasta hasta el último céntimo año tras año, puesto que cuando lleguen los hijos y tengan que vivir de un sueldo, la nueva situación representará para ellos un choque tan violento como molesto. Nunca ha resultado fácil ni agradable tener que hacer ajustes reduciendo los gastos y rebajando el nivel de vida. Los placeres desempeñan un papel muy necesario en nuestra vida, pero, como dijo David Thoreau, «el hombre más rico es aquel cuyos placeres son los más baratos».
Como punto final, asegúrate, por favor, de que tienes un seguro de vida suficiente para que tu mujer y tus hijos no tengan que depender de nadie si algún día chocas contra un camión. Párate a pensar en lo que te cuesta ahora sacar adelante a tu familia. Resulta bastante caro, ¿verdad? Pues seguiría lo mismo, aunque tu no estuvieras.
Considerando lo bien que llevas los asuntos financieros de nuestras empresas, no tiene que resultarte nada difícil calcular que capital ha de cubrir tu seguro de vida, Y, por todos lo santos, contrata una póliza de vida completa, que te dará la máxima cobertura en proporción al dinero que pagues, y olvídate de las de ciento y una fórmulas que pueda ofrecerte el agente para que tengas una mejor (?) seguridad financiera con su compañía de seguros. En mi opinión, la mayoría de estos individuos no han dado, hasta ahora, un tratamiento adecuado al factor inflación dentro de sus planes de inversión.
Como padre, no tengo derecho (ni tampoco el menor deseo, de verdad) a saber qué haces con tu dinero, pero como prestamista (y esto es lo que me has pedido que sea) creo que se necesita una relativa seguridad. Haz el favor de firmar el adjunto pagaré personal por importe de 500 dólares al 20 por ciento de interés anual, y dile al pagador que deduzca diz dólares por semana del cheque de tu sueldo. ¿Dices que vaya viejo más hueso ? Pues espera a ver las condiciones que te pongo la próxima vez que me pidas un préstamo para pagar algunas «facturas inesperada».
CariñosamenteTu banquero
P.D. No estoy tan enfadado como parece, y menos al recordar que Tómás de Kempis (1380-1471) dijo:No te irrites sí no logras que los demás sean como tu quieres que sean, pues tampoco tú logras ser como quieres ser.